Alexia muro

Mi nombre es Alexia Muro y nací en Madrid, en el año 74. Allí estudié Derecho, principalmente porque no tenía una vocación clara y pensé que podía ser interesante opositar al Cuerpo Diplomático, ya que veía la vida que llevaba mi padre en diferentes países y me atraía mucho la idea de viajar, conocer distintos lugares y relacionarme con personas de distintas culturas.

Las circunstancias en las que vivía cambiaron y con ello mis prioridades, así que al acabar Derecho comencé a trabajar en empresas de logística y organización de congresos y durante varios años me dediqué a coger autobuses y el metro en hora punta, conducir en atascos durante horas y trabajar en proyectos ajenos que realmente no me interesaban.

Muchas veces pienso que esta etapa fue muy importante para hacerme ver lo que realmente quería en mi vida y lo que no. La angustia que sentía por no poder disponer de mi tiempo con más libertad me ayudó a abrirme a otras posibilidades y cuando mi hermano me propuso trabajar con él en un proyecto común, me lancé sin pensarlo mucho. Trabajamos juntos durante 10 años y ahí comenzó mi interés por la Psicología y como tenía algo más de tiempo, decidí matricularme en la carrera para así forzarme a profundizar más y que este interés no quedara en leer algunos libros sobre el tema. Ya en primero me di cuenta de que quería dedicarme a esta profesión y este sentimiento se fue afianzando más y más según avanzaba. Descubrí lo que era estudiar con ganas y hasta obtuve un premio a la Excelencia Académica de la Comunidad de Madrid.

Hice las prácticas en Proyecto Hombre en una Comunidad Terapéutica y la experiencia fue tan gratificante que continué como voluntaria a la vez que comenzaba un Máster precioso de la Universidad de Comillas, donde nos enseñaban no tanto la teoría, sino la práctica y las actitudes necesarias para ser psicólogo y saber escuchar. Fueron años de trabajo personal intenso, trabajo que ya había comenzado años antes al comenzar la carrera, con la intención de comprenderme más y resolver conflictos y también de conocer el proceso terapéutico desde dentro.

En esos años descubrí la costa de Cádiz, Tarifa y el Kitesurf y me mudé aquí a finales de 2009, también sin pensarlo mucho. Aquí ejerzo como psicóloga con consulta propia y ahora también como psicóloga online atendiendo a clientes de varios lugares, hasta de varios continentes gracias a esta sorprendente posibilidad.

Compagino la pasión por mi trabajo, la formación permanente y la pasión por el mar y las oportunidades que ofrece este paraíso en cuanto a contacto con la naturaleza y también con personas de diferentes lugares con diferentes historias. No siempre es fácil, porque las relaciones con uno mismo y con los demás no siempre son fáciles, y eso me impulsa a seguir aprendiendo y acompañando a otros también en su proceso de autoconocimiento y búsqueda de coherencia y equilibrio interno.

Creo en el trabajo que hago porque conozco el proceso también desde el otro lado. Para mí es el camino que más merece la pena recorrer y por eso me involucro con dedicación y con entusiasmo cuando una persona llega a la consulta con ganas de recorrerlo.